CLÁSICA DE VERANO 235m 6b+, PEÑA MONTAÑESA
- Por Carlos
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- 15 jun, 2019
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Como todavía no termina de hacer buen tiempo en Ordesa decidimos escalar un día más en la Peña Montañesa. Ya hace bastante calor, asique buscamos una vía en la que escalar a la sombra, al final nos decantamos por la Clásica de Verano 235m 6b+, una vía algo más relajada…un “love climbing”.

Después de la poco agradable aproximación por la canal llegamos al evidente pie de vía y la verdad es que desde abajo parece que va a ser un “truño” de vía, pero luego nos sorprenderemos con los tres últimos largos, que la verdad, son bastante guapos.
Echamos a suertes y me toca a mí empezar con el L1, entrada evidente por los bolt que nos indican el camino, y sin mayor dificultad se llega a la reunión en la base de la canal. (6a+)
Marina sale a por el L2 y lo escala rápido y sin dificultad, a pesar de que está algo mojado del agua que chorrea por la canal. (V)
El L3 es otro largo de transición (como los otros dos anteriores) que va por lo más fácil y evidente en busca de un gran árbol dónde montamos reunión. (IV)
En el L4 ya empieza la escalada, o mejor dicho, la espeleo-escalada, y es que va por la chimenea dentro de la canal. Este largo nos sorprende, continuidad y buena roca dentro de la chimenea, muy guapo y curioso la verdad. Marinita lo resuelve rápido y disfrutando de lo curioso de la escalada. (6b+)
El siguiente le vuelve a tocar a Marina, así cada uno hacemos uno de los 6b. Sale a la luz por el agujero en la chimenea para continuar por un tramo de chimenea ya más abierto que está algo roto. (V)
Me toca el último largo, un par de bonitos pasos aislados, que se resuelven bien y con buena caliza gris que nos dejan en la última reunión desde la que empezamos los rápeles de descenso. (6b)
Para el descenso rapelamos 30m hacía la canal, de ahí un rapel volado de unos 50m, andamos un poco y encontramos otra instalación de rápel, desde la que bajamos en un rapel de 35m hasta una reunión colgada desde la cuál en otro rápel de 60m llegamos al pie de vía.
En resumen, una vía que, aunque al principio no tiene muy buena pinta, luego nos sorprende con un par de largos de calidad y ante todo curiosos. Ideal para días calurosos ya que se encuentra casi todo el rato en sombra.
Nos cuesta decidirnos ya que la mayoría de vias tienen buena pinta, al final nos decantamos por Monapancha , una de las clásicas de la pared con 230m de recorrido sobre diedros y fisuras, con muy buena calidad de roca caliza.

Han pasado 21 años e intento ponerme en los pies de una niña. No me cuesta mucho, entre que recuerdo algunas cosas y que, sinceramente, sigo siendo como una niña... Además, releo las notas de mi pequeño diario llamado “Alpes 1997”, me encanta llevar siempre un cuadernito y apuntar sensaciones y curiosidades.
Yo tenía 11 años, mi amiga Yai 12, y estábamos en el Refugio
Vallot, la cabaña de emergencia que hay a unos 400m de la cumbre del Mont Blanc.
Estábamos tumbadas en uno de los colchones, tapadas con una manta rígida y
áspera, no sé si por la suciedad o por el frío. Habíamos comido chocolate,
caducado varios años antes y habíamos dormido un rato con la intención de que
se nos pasara la pájara que teníamos y bajáramos antes de que lo que eran unas
inocentes nubes se convirtieran en una tormenta. Nuestros padres vigilaban la
evolución de nuestro mal de altura.


22 de diciembre de 2015, recibo un mensaje, es Ramón, y
según lo leo los ojos se me abren como platos y una sonrisilla se va dibujando
en mi cara. En el mensaje dos fotos, una de una gran pared y la otra de una
fisura perfecta y una frase que dice “¿te vendrías aquí de expedición?” En el
margen de una de las fotos pone Perestroikacrack,
Kirguistán
. No la conocía, pero ni siquiera la busque, mi respuesta fue
“por supuesto”, con las fotos me bastaba para saber que quería ir allí y
acerté. Así fue cómo empezó la aventura.