REBUFFAT A LA AIGUILLE DU MIDI Y SUIZOS AL CAPUCIN
- Por Marina Fernandez Sanz
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- 30 may, 2017
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De nuevo lo echamos a suertes y tocó el mismo orden: Rober, Marina, Carlos.
Aunque había otra cordada escalando en el Capucin por otra vía, otra en la aguja Adolph Rey y otra cordada que empezó detrás de nosotros, la sensación de soledad no es comparable con la Aiguille du Midi. Aquello era increíblemente bello.
Y no se si era por esa sensación de soledad pero los largos, aunque fáciles, también parecían más recios.
¡Me tocaba! Llego a la fisura que aparecía en el croquis como "steep and slippery hand crack", tenía una pinta espectacular.


DATOS TÉCNICOS
VÍA REBUFFAT, AIGUILLE DU MIDI
Metros: 200
Dificultad: 6a
Aproximación: desde el teleférico de la Aiguille du midi
Horario vía: 4 horas
Descenso: rapel o andando por la arista
Material:
Observaciones: posibilidad de empalmar largos 1 y 2
Metros: 300
Dificultad: 6a/A1
Aproximación: 1h desde el plató del tacul con esquís
Horario vía:6- 8h aprox
Descenso: aconsejable rapelar por la vía Echo o por la misma vía
Nos cuesta decidirnos ya que la mayoría de vias tienen buena pinta, al final nos decantamos por Monapancha , una de las clásicas de la pared con 230m de recorrido sobre diedros y fisuras, con muy buena calidad de roca caliza.

Han pasado 21 años e intento ponerme en los pies de una niña. No me cuesta mucho, entre que recuerdo algunas cosas y que, sinceramente, sigo siendo como una niña... Además, releo las notas de mi pequeño diario llamado “Alpes 1997”, me encanta llevar siempre un cuadernito y apuntar sensaciones y curiosidades.
Yo tenía 11 años, mi amiga Yai 12, y estábamos en el Refugio
Vallot, la cabaña de emergencia que hay a unos 400m de la cumbre del Mont Blanc.
Estábamos tumbadas en uno de los colchones, tapadas con una manta rígida y
áspera, no sé si por la suciedad o por el frío. Habíamos comido chocolate,
caducado varios años antes y habíamos dormido un rato con la intención de que
se nos pasara la pájara que teníamos y bajáramos antes de que lo que eran unas
inocentes nubes se convirtieran en una tormenta. Nuestros padres vigilaban la
evolución de nuestro mal de altura.

22 de diciembre de 2015, recibo un mensaje, es Ramón, y
según lo leo los ojos se me abren como platos y una sonrisilla se va dibujando
en mi cara. En el mensaje dos fotos, una de una gran pared y la otra de una
fisura perfecta y una frase que dice “¿te vendrías aquí de expedición?” En el
margen de una de las fotos pone Perestroikacrack,
Kirguistán
. No la conocía, pero ni siquiera la busque, mi respuesta fue
“por supuesto”, con las fotos me bastaba para saber que quería ir allí y
acerté. Así fue cómo empezó la aventura.